En la actualidad el acero es el metal más producido con diferencia. Por este motivo las fluctuaciones en el precio del acero, por mínimas que sean, tienen grandes consecuencias económicas, tanto a nivel macroeconómico como a nivel micro. Es decir, que un aumento del precio del acero afecta desde un acuerdo entre industrias o gobiernos entre diferentes países (una planta de producción de automóviles de una marca de un país en territorio de otro país, por ejemplo) hasta las políticas de un gobierno determinado en su país o las decisiones individuales de los consumidores, como beneficiar una industria determinada (la metalúrgica o la automovilística por ejemplo) o decantarse o no por comprar un coche por su precio.
En el caso del acero, la afectación de sus oscilaciones de precio tiene unas implicaciones mucho más generalizadas que las de otras materias primas, ya que se usa en todo el mundo y lo encontramos en todas partes: en un cuchillo de mesa, en un tornillo, en una barandilla, en un coche, en un avión, en un edificio…
La importancia del acero en el mercado global
La subida del precio del acero los últimos meses no tiene un único motivo, sino que se trata de un encarecimiento por múltiples factores, que se entiende mejor si analizamos su importancia en el mercado global.
El acero es una de las aleaciones (mezcla de metales) más innovadoras y flexibles, utilizadas en el sector de la construcción, el transporte (tanto tierra, mar o aire), las infraestructuras, el hogar, la investigación, etc. No se puede entender el desarrollo de los siglos XIX, XX y XXI sin este metal que, además, como explicamos en el post dedicado a ello, se puede reutilizar y reciclar fácilmente, por lo que se amolda a los requisitos de sostenibilidad que nos tenemos que exigir para los años venideros.
El uso generalizado de este metal resultante de añadir entre un 1 y un 2% de carbono al hierro (y un 10% de cromo si se trata de acero inoxidable) radica en su dureza, resistencia a las fracturas y a la corrosión, además de su coste relativamente bajo. No hay sector que no use acero.
Una historia relativamente reciente
A pesar de lo explicado hasta ahora, el acero no siempre ha sido un material tan popular: los primeros usos documentados se remontan a 4.000 años atrás en Anatolia (en lo que actualmente es Turquía), pero la industria del acero, indicadora del desarrollo económico de los países en la actualidad, no se considera que empezó hasta la segunda mitad del siglo XIX, encabezada por el Reino Unido, que representaba casi la mitad de la producción de arrabio mundial y el 40% del acero y proveía un 40% de esta producción a los Estados Unidos, que lo usó, entre otros, para construir sus primeros imponentes rascacielos, enormes puentes y transatlánticos gigantes. Uno de los visionarios del uso del acero en EEUU fue Andrew Carnegie, que se convirtió en uno de los personajes clave en la rápida industrialización del país, que contribuiría a su hegemonía comercial y militar actual y él a convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo.
En Europa, Alemania alcanzó la hegemonía en la producción de este metal en la primera mitad del siglo XX, que se destinó principalmente a la industria de la guerra.
En la actualidad, los países que más acero producen son China, la India, Japón, Estados Unidos, Rusia, Corea del Sur, Alemania, Turquía, Brasil e Irán.
¿Por qué sube el precio del acero en 2020 y 2021?
Como hemos visto, el uso generalizado del acero y el dominio de China en la producción mundial de está aleación (también en su consumo), provoca que cualquier fluctuación en la economía china tenga un impacto importante en la industria siderúrgica a nivel global.
En este caso la pandemia de Covid-19 que provocó el cierre de la región siderúrgica de China no frenó de igual manera la demanda de acero, especialmente en la industria del automóvil y de la construcción. Y la reducción de la oferta ya contribuyó a la subida del precio del acero. En este artículo se amplía la información.
Cuando China se recuperó rápidamente del cierre, a la entrada del verano de 2020, sus principales compradores en Europa y Estados Unidos, todavía tocados por las restricciones, mitigaron ligeramente la demanda, pero poco después experimentó un importante repunte, que encareció todavía más los precios. Desde entonces, EEUU, cuyas políticas proteccionistas para contrarrestar el poder del gigante asiático ya mantenían los precios en alza, y Alemania se sumaron al alza de este material, que no deja de subir desde agosto de 2020 y que se prevé que continúe hasta 2022.
Un material con el precio muy volátil y extremadamente sensible a las crisis
El acero se ha ido convirtiendo en un material cada vez más preciado en las sociedades industriales que a su vez giran entorno a conceptos de ciudad, y concretamente de ciudad masificada, vertical, con grandes edificios para albergar a su población, como las del sureste asiático. De hecho, China es un gran consumidor del acero que produce. De ahí que su precio esté vinculado a las crisis económicas. Ya ocurrió en 2008: la crisis provocó un desplome de la demanda por la bajada del consumo y el consiguiente cierre de industrias que bajó los precios, pero quienes lograron resistir se beneficiaron de la disminución de la oferta y volvieron a subir los precios.
El reciente encarecimiento de la materias primas
La subida del precio del acero no se entiende sin la de otras materias primas, como la del mineral del hierro y el coque metalúrgico, necesarios en su producción. Y no sólo los metales han encarecido su precio, también la madera, el algodón y el caucho natural, entre otros, también por influencia del sureste asiático, como muestra este artículo.
El precio del acero y las empresas de transformación como Ferros Planes
El mayor riesgo para las empresas que se dedican a la transformación de acero es está misma dependencia de China de la que hemos hablado: una caída repentina de la demanda en este país volverå a desplomar el precio del acero. Esto podría ocurrir, por ejemplo, con futuras pandemias o con un repunte de la de Covid-19.
Por otro lado, es previsible que la oferta vuelva a crecer, motivada por los márgenes actuales, y presione los precios a la baja.
Dado que las empresas están haciendo esfuerzos para no trasladar el aumento de precios al consumidor final, pueden ver reducidos sus márgenes y comprometida su supervivencia, especialmente en países como España, cuyo perfil de empresas es familiar, con entre 10 y 20 trabajadores, a no ser que hagan una apuesta por elevar su calidad, como Ferros Planes.
Fuente: Ferros Planes
