- Ahorro de energía: Utilizando vidrio triturado de botella (calcín) en vez de material virgen, se ahorra entre un 20% y un 30% en energía. El punto clave del ahorro energético estriba en que, en la fabricación a partir de vidrio reciclado o calcín, el punto de fusión del material es menor y por tanto también lo es la energía necesaria. (Reciclar 1 botella equivale al consumo energético de 1 bombilla de 110 vatios durante 4 horas; reciclar 3 botellas al consumo de un servicio de lavavajillas; y 4 botellas al de un frigorífico durante un día
- Ahorro de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Utilizando calcín de vidrio las emisiones de carbono se reducen entre un 20% y un 50%. Por cada tonelada de vidrio reciclado se evita la emisión[5] de 200 kg de CO2
- Mejora de la calidad del aire y del agua al reducir su contaminación: la contaminación del aire se disminuye en un 20% Por cada 10% de vidrio reciclado se reduce en un 8% la emisión de partículas a la atmósfera, en un 10% de óxidos sulfúricos y en un 4 % de óxido de nitrógeno (responsable de la contaminación del aire en ciudades como Barcelona o Madrid)
- Ahorro de materias primas y conservación del medio ambiente al reducirse las necesidades de extracción: Por cada 1kg de calcín de botellas de vidrio se ahorra 1,2 kg de materiales vírgenes (arena, piedra caliza y carbonato de sodio)
- Ahorro de recursos: Reciclando, se podría abastecer a la industria de la fabricación de vidrio con casi el 34% de los recursos que se necesitan.
- Mejora de la calidad del agua al disminuir la contaminación entre un 40% y un 50%.
7.- Se evita que los residuos vayan al vertedero: Por cada 3.000 botellas de vidrio recicladas se evita que 1.000 kg de basura acaben en el vertedero